Ahora
sí, llegaba mi último fin de semana en el país y mi último viaje de acampada
por la Península de Coromandel. Mi compañero de viaje y conductor iba a ser
Álvaro, otra vez, quien ya había solucionado todo en la ciudad para irse a
viajar y descubrir Nueva Zelanda.
La
Península de Coromandel está en la isla Norte. Podría decir que es uno de los
lugares más increíbles que hay al norte del país. Sus playas y pequeños pueblos
costeros hacen de este lugar único, como casi cada pequeño rincón de Nueva
Zelanda. En apenas tres días se puede visitar gran parte de esta península y
acampar en sitios realmente idílicos.
Península de Coromandel. NZ
Península de Coromandel. NZ
Si
se organiza con un poco de tiempo, se puede ir directamente a los Camp sites (sitios de acampada) que
ofrece el Departamento de Conservación y alojarse allí. Los mapas que hay en
las oficinas de turismo no sitúan del todo bien el lugar donde se encuentra
cada uno y las pequeñas carreteras pueden confundir a más de un viajero. Aunque merece la pena perderse entre
carreteras y caminos, a veces, desérticos. Sin embargo, cuando se consigue
llegar al lugar, se puede ver a sitios como este…
Port Jackson Beach.
Península de Coromandel. NZ
Península de Coromandel. NZ
Eso
sí, para visitar Coromandel es necesario que salga sol y no llueva. Las playas
que bordean toda la Península son espectaculares y solo por eso, basta
disfrutar de ellas y de la tranquilidad que hay en ellas.
El
domingo 15 nos tocaba volver al sur de la península para detenerme en un pueblo
con afluencia de coches que se dirigieran a Auckland. De camino pudimos hacer
una parada rápida en la playa donde se encuentra el agua caliente al cavar un
poco la arena y, que está repleta de gente por lo que no estuvimos más de 10
minutos.
Hot water beach.
Península de Coromandel. NZ
Cathedral Cove Beach.
Península de Coromandel. NZ
También
he de decir que iba un poco nerviosa ya que el lunes 16 salía el vuelo y la
idea de no pillar ningún coche a Auckland me asustaba. Ignorante de mí que por
entonces muchos neozelandeses estaban de vuelta a la gran ciudad tras sus
vacaciones de verano. En poco menos de un mes empezaba el colegio y la gente
volvía a la vida laboral.
Álvaro
me dejó en la carretera deseándome suerte y yo alzaba mi cartel donde decía
Auckland y que ya había utilizado en Taupo días atrás. Solo hicieron falta 15
segundos para que una furgoneta con un padre y sus dos hijos parara y me
llevara a Auckland. Mi destino final…
Mi última familia haciendo auto-stop.
Auckland. NZ