viernes, 4 de mayo de 2012

Ahora sí, último fin de semana en NZ

Ahora sí, llegaba mi último fin de semana en el país y mi último viaje de acampada por la Península de Coromandel. Mi compañero de viaje y conductor iba a ser Álvaro, otra vez, quien ya había solucionado todo en la ciudad para irse a viajar y descubrir Nueva Zelanda.  

La Península de Coromandel está en la isla Norte. Podría decir que es uno de los lugares más increíbles que hay al norte del país. Sus playas y pequeños pueblos costeros hacen de este lugar único, como casi cada pequeño rincón de Nueva Zelanda. En apenas tres días se puede visitar gran parte de esta península y acampar en sitios realmente idílicos.

Península de Coromandel. NZ

Península de Coromandel. NZ

Si se organiza con un poco de tiempo, se puede ir directamente a los Camp sites (sitios de acampada) que ofrece el Departamento de Conservación y alojarse allí. Los mapas que hay en las oficinas de turismo no sitúan del todo bien el lugar donde se encuentra cada uno y las pequeñas carreteras pueden confundir a más de un viajero.  Aunque merece la pena perderse entre carreteras y caminos, a veces, desérticos. Sin embargo, cuando se consigue llegar al lugar, se puede ver a sitios como este…

Port Jackson Beach.
Península de Coromandel. NZ

Península de Coromandel. NZ

Eso sí, para visitar Coromandel es necesario que salga sol y no llueva. Las playas que bordean toda la Península son espectaculares y solo por eso, basta disfrutar de ellas y de la tranquilidad que hay en ellas.

El domingo 15 nos tocaba volver al sur de la península para detenerme en un pueblo con afluencia de coches que se dirigieran a Auckland. De camino pudimos hacer una parada rápida en la playa donde se encuentra el agua caliente al cavar un poco la arena y, que está repleta de gente por lo que no estuvimos más de 10 minutos.

Hot water beach.
Península de Coromandel. NZ

Cathedral Cove Beach. 
Península de Coromandel. NZ

También he de decir que iba un poco nerviosa ya que el lunes 16 salía el vuelo y la idea de no pillar ningún coche a Auckland me asustaba. Ignorante de mí que por entonces muchos neozelandeses estaban de vuelta a la gran ciudad tras sus vacaciones de verano. En poco menos de un mes empezaba el colegio y la gente volvía a la vida laboral.
Álvaro me dejó en la carretera deseándome suerte y yo alzaba mi cartel donde decía Auckland y que ya había utilizado en Taupo días atrás. Solo hicieron falta 15 segundos para que una furgoneta con un padre y sus dos hijos parara y me llevara a Auckland. Mi destino final…

Mi última familia haciendo auto-stop.
Auckland. NZ

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S. Aparicio Ramírez


Los Reyes Magos y Waiheke Island

Estoy a punto de terminar mi viaje por Nueva Zelanda y empezar a escribir lo que fueron y cómo fueron los siguientes meses viajando por el Sureste Asiático. Pero antes he de contar mis últimos días en Kiwilandia,

Normalmente, cuando se acercaba la noche de Reyes Magos, en Valencia, en mi casa, no paraba de sonar el teléfono para concretar una cena por el barrio del Carmen o por el barrio Xúquer. Pero desde que me fui de Valencia, ya hace unos años, que la noche de Reyes es algo diferente para mí. Este año, concretamente, la pasaría en una playa de arena negra acompañada de mi amigo Álvaro, un madrileño que desde que llegó el pasado Octubre al país las cosas no le habían ido demasiado bien. Desde Taupo, y tras haber hecho la travesía, volvía a Auckland para reunirme con él e irnos de acampada. Y como no, hacía autostop a las afueras de Taupo para que algún buen conductor me llevara a la sky city. Alexis y su amiga alemana, se unían al carro ya que ellos iban a Rotorua, a unos 40 kilómetros de Taupo. Es por ello que costó más de 15 minutos a que parara un coche y nos llevara, en un solo viaje, a los tres. Éste era Jean.

Jean. Conductor de Rotorua a Auckland. 
NZ

Jean iba subiendo hacia Auckland y Taupo pillaba de camino así que no le importó llevarnos a los tres en el coche; tras hacer un poco de hueco en los asientos de atrás ya que el chico iba de Wellignton a Auckland con todos sus enseres acuestas. Jean estaba trabajando aquellos días en la película del Hobbit, realizando los efectos especiales. Un japonés, residente en Nueva Zelanda cerca de 19 años. 


El viaje desde Rotorua a Auckland fue muy interesante. Conversamos sobre la vida neozelandesa, sus pros y sus contras y soñamos con que un mundo mejor era posible si cada uno pusiera su buena voluntad a la hora de hacer las cosas… Solo eran sueños de dos viajeros…

En Auckland me esperaba Álvaro y con él nos íbamos a Bethells Beach. Era viernes y la playa estaba repleta de gente. De hecho, cuando atardecía y nosotros estábamos a punto de buscar un sitio dónde acampar, nos topamos con un concierto al aire libre, una caravana a modo de bar y vecinos comiendo, bebiendo y bailando al son del jazz. Los residentes de aquella zona organizan cada viernes de verano un concierto. Allí habían concentradas, al menos, tres generaciones que llevaban viviendo en la zona algún tiempo.

Reyes Magos en Bethells Beach.
Norte NZ

Atardecer en Bethells Beach. NZ.

No pudimos hacer mucho más debido a que los siguientes días llovió. Una vuelta por los pueblos de alrededor  y un poco de acampada, en pleno verano, sirvió a Álvaro a que se motivara a viajar el país y dejara Auckland. Mis Reyes Magos fueron mágicos en la playa y de acampada, en un concierto de jazz a las afueras de la playa y terminado con una intensa lluvia que duró más de 24 horas.

De vuelta a Auckland me iría a visitar a mi amiga Laura, la viajera impulsiva canaria pero afincada en Barcelona (de vez en cuando). A Laura la conocí en Dunedin, donde pasó cerca de tres meses viviendo una de las peores experiencias en Kiwilandia. Temas amorosos no la dejaban escapar del pueblo, hasta que al fin, encontró su lugar en Waiheke Island. Una isla a unos 20km de Auckland donde solo viven empresarios y algunos hippies que se quedaron en los 70.

Auckland ciudad desde el ferry.

Con Laura en Waiheke Island. NZ

Me fui un par de días a verla y de paso visité la bodega donde trabajaba al día siguiente, Casita Miró. Allí pasé el día entero con un chico holandés, Daan, quien había conocido durante mis días en Wellignton. Casualidad que nos volvimos a encontrar para una cata de vinos y pasamos juntos un buen rato.

Casita Miró.
Waiheke Island. NZ


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S. Aparicio Ramírez

Buenos días mundo

Me comentan que estos días está lloviendo y hace feo en Valencia y que, incluso mejor porque así no entran más ganas, aún si caben, de salir...