sábado, 28 de enero de 2012

Nelson-Motueka

MAPA NEW ZEALAND


Aquel día no podia llover más en Nelson. Pasar una noche en aquel ruidoso albergue era mas que suficiente si quería llegar a hacer la ruta por el Parque Natural, Abel Tasman. Mejor sería escapar de la lluvia y dirigirme hacia el oeste lo antes posible.

El albergue Paraiso en Nelson es uno de los más grandes del país. Tiene piscina, sauna, una mini pista de golf y otra de voleibol, un antiguo autobús donde se puede fumar y montar fiestas y, una cocina extremadamente pequeña para las casi 150 personas que se alojan en él.

Por otro lado, el Hotel Paraiso es sencillo y más tranquilo. Mi amigo Brad -después de todo, llevábamos viajando ya varios días-, pasó una buena noche, lo cual me alegró saber después del palizóñ que se pegó conduciendo. Ahora, estaba dispuesto a dejarme en la mejor carretera para que al hacer autostop me fuera más facil.
En el desvío donde, al final, Brad me dejó, nos despedimos entre risas y con un fuerte abrazo.Mientras un joven que vió como preparaba mi cartel me saludó desde su coche. Cuatro minutos más tarde, este mismo estaba de vuelta parado justo enfrente de mí, había vuelto para recogerme y llevarme a Motueka. Patrick, un joven estudiante suizo, iba camino a la Golden Bay -Bahía Dorada-.


Con Patrick.
Motueka. NZ

En la misma direccion esta Motueka, a tan solo 50 km. Si uno quiere ir al Abel Tasman, Motueka, con 7485 habitantes, es parada o paso imprescindible. Algo pequenyo y bohemio, con un supermercado bien grande que abastece a todos los pueblo de alrededor. Patrick me paraba cuarenta minutos mas tarde en la ofinia de turismo en busca de algo mas de informacion para la travesia. Alli me esperaban Antonio y Alfonso...

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S. Aparicio Ramirez.

Franz Josef- Nelson

Si lees el recorrido de este viaje sin saber la distancia que separan un pueblo del otro, te sorprenderás leyendo como fue mi domingo 4 de diciembre. Aquella mañana ya tenía mi cartelito preparado que decía...


Me levanté, muy poco convencida de encontrar a alguien que me quisiera llevar 465 km al norte de la isla sur en un solo día. Pero allí estaba Brad, esperándome  a las 10 de la mañana dentro de su Volvo rojo. La noche anterior había sido algo divertida para él.  Estuvo cenando con una mujer inglesa, algo viajera y mayor que el que había conocido en la ruta por el glaciar ese mismo día. Mientras cenaban se bebeieron  tres botellas de vino (ojo!).
Nada más subir al coche, Brad me preguntó "Adónde vamos Silvia?". Bien sabía que quería ir a Nelson pero me parecía extremadamente lejos y descarado decirle adonde quería ir. Sin esperar a escuchar mi respuesta, se puso a conducir. Paramos en puntos como Hokitika, Pancakes, Wesport...

WEKA -de la familia del Kiwi-
Hokitika. West Coast. NZ

Pancakes.
West Coast. NZ

Conforme  se va subiendo hacia el norte por la costa oeste, la vegetación pasa de ser de un bosque salvaje a algo mas traopical, con mas palmeras. Verdes menos intensos. Asimismo, de camino al destino final, paramos en Greymouth. Un popular pueblo, un tanto industrial y sin sentido organizativo. Bueno, lo unico que tiene es una bonita estacion donde para el tren que lleva diariamente a Chirstchurch y que atraviesa el Parque Nacional, Arthur Pass. Quienes tienen los dias contados, esta es una buena manera de saltar de costa a costa en un solo dia.
Tras varias horas conduciendo, nuestros estomagos empezaban a sonar. Hicimos  una breve parada y muy sutilmente, nos fuimos ofreciendo comida; compartiendo el uno con el otro lo poco que teniamos. Ahi, ya estabamos mas cerca de Nelson. La lluvia era mas intensa, fuerte y empezaba a anochecer y Brad, sinceramente, no tenia ni idea adonde estabamos yendo.


Algun lugar cerca de Nelson. NZ

Nelson  es el pueblo donde mas diias soleados hay al anyo. Parece ser que me tocaron parte de los otros 40 dias que llueve y esta nublado. Gracias al GPS de Brad y a la guia que tenia, conseguimos un albergue que nos esperaban pasadas las 9 de la noche. Una vez llegamos al sitio, lo mas divertido fue observar la cara de Brad, despues de casi 10 horas conduciendo, cuando vio todos aquellos jovenes bebiendo cerveza en una cocina comun, en la terraza, el ruido, la musica, gente fumando, el jaleo...Lo que el aun no sabia era que aquel albergue contaba con un Motel tambien. Hasta que el recepcionista no termino conmigo, de ensenyarme la habitacion y mostrarme donde estaban todas las prestaciones e instalaciones, no le dije a Brad que su habitacion estaba en el motel. Mientras tanto no paraba de repetir "Silvia, what is that? I don't use to sleep in places like that' (Silvia, que es esto? Yo no suelo dormir en sitios asi).
Entre risas, al fin, nos fuimos a dormir.

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S. Aparicio Ramirez

domingo, 22 de enero de 2012

Wanaka-Franz Josef


¿Cómo hacer el trayecto Wanaka- Franz Josef parando en los insólitos y salvajes parajes de la costa oeste sin necesidad de coger un autobús? La respuesta la tiene Brad.

Volví de Tekapo motivada y repleta de energía. Dispuesta a subirme en el primer coche que parara y me llevara a Franz josef. Eso sí, siempre y cuando, dependiendo del aspecto del conducto.
Esa mañana Manuel y Paula, una pareja de porteños (Buenos Aires), a quienes les había regalado un libro la noche anterior, me condujeron  a la salida de Wanaka, hasta la única carretera que une el pueblo con la coste oeste. Un cartel bien pintado por Sarah, una irlandesa en busca de trabajo desesperadamente, decía: Franz Josef :)
Apenas 3 minutos más tarde mostrando el cartel, un Volvo rojo paró al verlo e indicándome el conductor con la mano alzando el dedo gordo en senyal de OK, abrió la puerta del copiloto y me invitó a subir. Ese era Brad, un californiano de  unos 45 años aficando en Minden, Nevada; estaba de paso por NZ trabajando en un programa de intercambio de avionetas y pilotos entre Oamarama y Saring Nevada, la empresa de la que es comercial.
Por delante, nos esperaban cinco horas de trayecto y es por eso que pense en ayudar a hacer el viaje algo ameno. La carretera no está en muy buenas condiciones  y la ruta se hace algo pesada si uno conduce solo. Una de las razones por las que Brad decidió recogerme. De camino paramos en un pueblecito, costero y en medio de la nada, llamado Haast. Allí tomamos un café en el único hotel que hay, justamente de la misma cadena en la que trabajaba en Dunedin, Scenic Hotels. Me vi con la obligación de invitarle a un flat white. A veces no sabes porque pero se tienen gestos que hacen a uno sentirse mejor.
El camino hasta llegar a Franz Josef es largo y humedo. Hay varios sitios con vistas a la costa que son dignos de parar y admirar.

West Coast. NZ

West Coast. NZ

El remoto pueblo Franz Josef es pequenyo y, solo y exclusivamente, enfocado al turista. Restaurantes, oficinas y centros donde contratar jornadas de aventuras, hoteles de todos los precios y gustos y algun que otro bar es lo unico que uno puede encontrar al llegar a esta villa.
Pasar un dia entero en el glaciar cuesta $180. La travesia es entretenida las primeras 4 horas, luego, descendiendo se hace un poco mas pesado ya que el guia no deja de picar y perfilar el camino de hielo todo el rato.

El guia picando los escalones.
Franz Josef. NZ


Al menos, el almuerzo sentados en el hielo del glaciar tiene su recompensa. Hasta entonces, tuvimos bastante suerte de no encontrarnos con lluvia en algun tramo del trayecto, pero basto pensarlo dos veces para que de vuelta a los pies del glaciar empezara a lllover. Pero no importa, la lluvia es bienvenida porque hay que mantener en crecimiento el hielo del glaciar, como me dijo la recepcionista del albergue donde me hospedaba el Glow Worm Cottages
 
Foto de expedicion.
Franz Josef Glacier. NZ

Pero sin duda, tras las 9  horas de travesia, lo mejor es pegarse un banyo en las Hot pools (Piscinas calientes) artificiales pero calientes. La entrada va incluida en el precio anterior. Y aunque fuese verano, el calor despues de estar entre cuevas, grutas y andando sobre hielo con los crampones todo el dia, es bastante reconfotable.
Hasta aqui yo creo que ya estaba todo hecho por hoy.


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S. Aparicio Ramirez


sábado, 21 de enero de 2012

Wanaka-Lake Tekapo

Tras haber pasado cinco días con mi amigo Alexis en Mountain View Backpackers, me iba para el Lago Tekapo, al norte de Wanaka. La compañía Naked Bus tiene un servicio diario que si lo reservas con hasta tres meses de antelación el billete te puede salir por 1 dólar el viaje de ida. Es un trayecto agradable de unas tres horas y media. Aquel día era soleado. Pasamos por una decena de ríos, todos ellos caragados de abundante agua ya que las fuertes lluvias de noviembre llenaron embalses. Algunos de ellos arrastran gravilla y barro desprendido de las colinas y que, al final, desemboca en la costa este de la isla sur. 


El lago Tekapo esta a una hora y cuarto conduciendo de  Mount Cook. Aoraki (Monte Cook en maori) es el más alto del país, 3.754 metros. Muchos turistas aprovechan su viaje hacia la montanya para parar en este pueblo de 303 habitantes. Ya sea por sus aguas de un intenso azul turquesa o por la mini catedral a orillas del lago. El color es tan denso y unico, parecido a la leche, que apenas se puede distinguir lo que hay en el fondo. El agua de este lago viene cayendo día tras día de los glaciares y picos nevados que lo coronan.

Vistas desde el Mount John.
Lake Tekapo. NZ

Desde el pueblo, hay un camino que llega a la cima de Mount John. La subida, un camino estrecho entre malaje y bosque y la bajada, bordeando el lago, hacen que la caminata sea más que placentera. El recorrido puede durar de entre dos horas o tres horas y algo más si se desea tomar un café en la cima, en el Astro Café. Yo lo hice, y sin duda, muy recomendable. Desde allí se puede divisar las cimas que rodean el lago, la magnitud de sus aguas y algún que otro paraje que recuerda a la famosa película El Señor de los Anillos.

Vistas desde el Cafe Astro
Lake Tekapo. NZ

Mientras dormía una breve siesta, Antonio, un mejicano que acababa de iniciar un viaje en bicicleta por la isla sur y Ganesh, un joven de Malasia, se pegaron un chapuzón en el lago. El calor y la humedad aquel día era sofocante. Por eso que algunos se atrevieron a pegarse un banyo a pesar de que el agua esta cogelada. Su conversación en inglés, cargada de un fuerte acento extranjero, me desveló y de ahí que comenzamos a hablar.

Atardecer en Lake Tekapo. NZ


Mini Catedral.
Lake Tekapo. NZ

Y aún no sé como, al día siguiente, me aventuraba a hacer autostop con Ganesh. A los 50 minutos de espera, una chica, afincada en Wanaka, paró para desvelarnos que a las 4 de la tarde iba en aquella dirección, si queríamos esperar hasta entonces solo teníamos que avisarle. Entre los kiwis es muy común intercambiar números de teléfono para contactar vía mensaje si se necesita algo. Así que lo hicimos, nos apuntamos su número y seguimos esperando. Durante los siguientes veinte minutos, Ganesh se puso impaciente. Sin embargo, yo, un poco más optimista, estaba dispusta a esperar; estaba en éxtasis. Entonces, apareció Paul, un joven granjero irlandés, que se dirigía a Queenstown. Miramos el mapa, apuntamos con el dedo ambos pueblos, una sola carretera y... el viaje estaba ya asegurado. A unos 30 km al oeste de Wanaka, hicimos parada en el desvio.

Con Ganesh y Paul.
En alguna parte cerca de Wanaka, NZ.

En medio de la nada, con unos ciervos a mi alrededor que me observaban, me quedaba esperando a que, esta vez yo sola, conseguiera un vehículo que me llevara los últimos 30km. No esperé más de cinco minutos, pasaron tres coches y un 4 x 4 conducido por el viejo Eric que había vivido diez años en Dunedin y que, casualmente, conocía al chef del hotel donde había trabajado, me llevo por fin de vuelta. Una parada provisional en Wanaka de tan solo un dia, me sirvio para encaminar mi ruta hacia el glaciar.

Desde allí, decidí escribir otro cartel con destino: Franz Josef : )

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S. Aparicio Ramirez

domingo, 8 de enero de 2012

Dunedin- Wanaka

Ya he dejado atrás la ciudad que ha sido mi casa estos últimos meses. Un trayecto en autobús de Dunedin a Wanaka, el pasado miércoles 23 de noviembre, ha puesto punto y final a una de las mayores y más ricas experiencias que he vivido hasta el momento.

Sin grandes despedidas, ni lágrimas de adiós y sin nostalgia al dar por terminado este período en mi vida, me subí al primer Atomic Shuttle que une las dos ciudades. Esta compañía tiene un servicio de dos autobuses diarios. Para empezar a viajar por Nueva Zelanda, Wanaka sería mi primer destino. Un pueblo a unos 275km al noroeste de Dunedin, en el interior de la región Otago. Su población es de 3.500 habitantes.


 Muelle a orillas del Lago Wanaka.

Tanto en invierno como en verano, Wanaka recibe la oleada de cientos de viajeros e inmigrantes que, fascinados por su belleza, deciden quedarse a vivir por una temporada. En invierno, las pistas de esquí, que quedan a pocos kilómetros de la ciudad, se llenan de australianos, europeos y coreanos. Muchos de los mochileros que están recorriendo el país tienen la suerte de poder trabajar en los remolques durante la temporada de invierno y mientras pasas sus vacaciones aquí.

Veleros un domingo en el Lago Wanaka.
Wanaka. NZ

 
Wanaka está dirigida al turista local e internacional. La cantidad de hoteles y residencias de lujo con increíbles vistas al lago Wanaka es una prueba de ello. Es muy aconsejable dedicar una mañana entera, y mejor si se trata de un día soleado, para bordear el lago. Se puede hacer en bicicleta o andando y las vistas desde allí son espectaculares. Las grandes montañas cubiertas de nieve, las casas (casi mansiones) propiedad de personajes públicos como el Primer Ministro de NZ, John Key, o el capitán de los All Blacks, Richie McCaw, e incluso la cantidad de veleros, lanchas y piragüas que se pueden encontrar en el lago; hacen que Wanaka sea casi única. Y como no es un pueblo muy grande, puedes encontrarte la misma gente que hace el paseo por el lago por la mañana, y más tarde, está a orillas del lago tomando una cerveza. De hecho, un kiwi que me encontré en ambos sitios, me contó que el precio de las viviendas que hay alrededor del lago puede rondar el millón de dólares neozelandeses.
Wanaka es de clima seco, debido a su situación geográfica, con temperaturas extremas. Un día de verano puede rondar los 35º y unos 18º por la noche. Tuve la suerte de disfrutar de uno de estos días, tras mi paso por Dunedin, por lo que aproveché y caminé el Mount Iron. La caminata no es muy larga, en una hora y media has subido y descendido la montaña. Desde el pico se pueden apreciar vistas como las que refleja esta fotografia.

Vistas desde el Mount Iron.

Mi estancia en Wanaka acabaría pronlongándose algunos días más de lo estimado. El buen clima, el sol, relax en el albergue, la buena compañía con mi amigo Alexis, las camitanas diurnas, las barbacoas nocturnas...fueron algunos de los motivos por los que Wanaka me encantó.


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S. Aparicio Ramírez.

Buenos días mundo

Me comentan que estos días está lloviendo y hace feo en Valencia y que, incluso mejor porque así no entran más ganas, aún si caben, de salir...