domingo, 26 de septiembre de 2010

Llega la primavera

Llega la primavera. Por alguna rara razón en New Zealand dicha estación empieza a principios de septiembre. Un mes bastante característico sobre todo por el nacimiento de corderos, y esto supone que alrededor de unos 40 millones de ovejas que hay repartidas por todo el país pueden parir. Después de llevar el embarazo durante el invierno,  frío y lluvioso en la isla sur, de forma ‘natural’ las ovejas tienen a sus crías y aquí, los granjeros y pastores, aguardan expectantes el momento para hacer negocio. ¿En qué sentido? Muchos de los ganaderos cuentan con grandes propiedades donde un rebaño de unas cien ovejas corre y se alimenta a sus anchas, pero una vez ya tienen a los pequeños corderos, éstos son vendidos por unos 100 dólares neozelandeses cada uno. Además, si la temporada ha sido buena, es decir, si hay suficientes crías para hacer del mercado un gran negocio, el precio por cada animal se incrementará. Sin embargo, hay que tener en cuenta un factor casi primordial en este país: el tiempo.


Oficialmente, a primeros de mes, se da la bienvenida a la primavera, aunque esto no significa que con ello llegue siempre el tiempo más cálido y soleado. No obstante, sí que puede darse el caso de que septiembre es un mes transcendental de lluvias, sol, nubes y desafortunadamente, de tormentas. Así que a mitad de mes, la isla sur tuvo una tormenta llegada desde el mar de Tasmania. Ésta trajo temperaturas bajo cero, fuertes vientos, de hasta 120km/h, y dejó enormes nevadas, no vistas anteriormente en pleno invierno. Alrededor de unos doce días, tuvimos mucho mucho frío y la ganadería sufrió una de las peores temporadas de los últimos años. Los miles de corderos recién nacidos, fallecían y ahora sus cuerpos se intentan vender a 50 céntimos cada uno. ¿Para qué? Probablemente para carne y poco más. Su precio se ha reducido hasta tal punto que el gobierno debe intervenir y conceder dinero a todos los ganaderos afectados. Se estima que la pérdida de ganado es de unos 50 millones de dólares neozelandeses. Pues una de las riquezas de este país son principalmente las ovejas, el viñedo y los terrenos frutícolas. 

Con esto, seguimos en lo cierto, en New Zealand dimos la bienvenida a la primavera a principios del mes de septiembre. Algunos días soleados y más cálidos, otros nublados y fríos; la llegada de una tormenta que dejó nevadas y un gran desastre ecológico. Pero a pesar de todo, a mitad de mes, el 18 de septiembre, una gran comunidad de chilenos afincados en Dunedin desde hace unos cuantos años, celebraban su tradicional fiesta de la Independencia -de España-. Este año, la celebración era algo más especial pues se cumplían 200 años de dicha independencia. Ellos, acostumbrados al mismo orden estacional del hemisferio sur, suponían que el tiempo aquí podía sorprender. Sin embargo, en Chile, andan más relajados por estas fechas ya que las temperaturas rondan los 20 grados y la gente, en este día tan popular, se reúne en parques, jardines o en casa de amigos para comer, bailar, hablar, beber, comer y beber. Ahora, en Kiwiland deben hacer lo mismo. Con la misma alegría y festividad y con una muy buena organización, alquilaron una iglesia abandonada, apta para actos especiales, en medio de un jardín verde y frondoso. Justo ese mismo día, el 18: La Pecadora, cayó, en la ciudad de Dunedin, un inesperado granizo que más tarde se convirtió en nevaba. Eso sí, la música, el asado, las empanadas, los calzones rotos, los wevones, los cachai, los bailes, las risas y un gran etcétera, no cesaron ni por un segundo.

Rodrigo y Sofía. Fiesta 'La Pecadora'
Dunedin, New Zealand.


Ahora bien, tras tratarse septiembre del mes del nacimiento de corderos, de las tormentas inesperadas, de la celebración para los chilenos de la fiesta popular 'La Pecadora' -por cierto, ¡Feliz 200 años Chile!-, llega la primavera en New Zealand. Finales de mes y al fin, sale el sol más de tres días, en el piso no hace falta encender la calefacción y se puede tomar y beber en las terrazas de los bares. Además, el pasado sábado 25, el país cambió el horario de verano, es decir, se añadió una hora más de luz al día. Esta idea nació en 1905, el constructor inglés William Willet, concibió el horario de verano mientras paseaba a caballo justo antes del desayuno, cuando en ese momento pensó cuántos eran los londinenses que dormían a esa hora, durante la mañana. Así que el 30 de abril de 1916 se aplicaba esta idea en Alemania junto con sus aliados y sus zonas ocupadas fueron los primeros países europeos en emplear dicho horario. Desde entonces otras muchas propuestas, ajustes y renovaciones se han dado a lo largo de los años en distintos países. Si en Europa el cambio de horario se concibió por primera vez a finales de abril de aquel año, en New Zealand lo hizo en 1927. Se acordaba así que el horario de verano empezaría el primer domingo de noviembre y se alargaría hasta el primer domingo de marzo. Ahora bien, pasados los años, las fechas en las que se aplica dicho cambio han ido variando hasta el 30 de abril de 2007 (curioso que se hiciera el mismo día que en Europa pero casi que un siglo más tarde), cuando el gobierno neozelandés anunció que el horario de verano duraría de unas 24 a 27 semanas, pues se debía entonces cambiar la hora el último domingo de septiembre y se prolongaría hasta el primer domingo de abril. 

Ahora sí, en New Zealand llega la primavera.

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S. Aparicio Ramírez

7 comentarios:

  1. Tu primavera es mi otoño que me anucia el proximo invierno......umhhh! bueno venga va me alegro por tí :)

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  2. Qué suerte! La primavera! Debe ser preciosa en NZ! Y sobre todo, dejarás de pasar tanto frío! Gracias nuevamente por tus relatos, nos sentimos un poquito más cerca de tí. Los domingos miramos varias veces el blog a la espera de leerte lo último. Cuídate y empapate de todo lo que te rodea....y cuéntanoslo tan bién como siempre!!! Besos. Carmen

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  3. que invierno.....ahora a disfrutar un poco del sol!!!bona sort cousin.

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  4. Silviii!!
    X fin solete, tendras ganas eh??? Es q tu llevas como un invierno de año entero, ya era hora de dejar lluvias, granizos y nevadas y dar paso a la manga corta y a los rayos de sol, mmmm. 1 besete y disfrutar de la primavera.MARI.

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  5. Silvia,

    Soy Nacho.

    Animo con el blog!! Y que vaya bien por Dunedin!! Manana me voy a Hawaii!!

    Besos,
    Fog

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  6. Chilenos en Dunedin??
    Y donde están ?

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  7. siiiii...hay bastantes! ¿tú dónde estás? :)

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