domingo, 13 de junio de 2010

Natural 100 por 100

Ahora sí, que sí, los días han pasado volando y ya hace dos meses, ¡dos meses!, que estoy en Kiwiland. Me sorprendo tanto porque ni yo me lo creo. Y ¿qué pueden ser 70 días aquí? Sin ir más lejos, justo se trata del mismo tiempo que voy dedicándole a este blog, y ya son muchas las anécdotas y reflexiones servidas. Pero seamos un poco más especiales, y aparte de celebrar estos días transmitiendo lo que puedo, debo mencionar (y más que me quedará por hacer, claro) una de las características más ricas del país. Como por ejemplo, 70 días en New Zealand pueden ser muy purificantes. ¿Estaré respirando el mismo aire que en el resto del mundo? ¿Estaré hidratándome de un agua natural? Si tenemos en cuenta que el país más cercano es Australia, a unos 2.000 kilómetros al sur-este, cruzando el mar de Tasmania, y otros vecinos más próximos desde la isla norte son Fiji, Tonga y New Caledonian, ¿cuál debería de ser la respuesta más acertada? De momento, sólo viendo la situación geográfica, este país está aislado del resto del mundo y creo que eso es un punto clave e indispensable.

New Zealand, divido en dos grandes islas, la del sur, contiene una de las más grandes zonas de bosque mixto autóctono, lo que se puede interpretar entre líneas: prohibido exportar piedras, flora o fauna. Si te pillan a la salida del país, estás perdido, hasta puedes ir a la cárcel. No obstante, otra cosa bien distinta es lo que se viene haciendo desde principio de siglo, introduciendo una gran cantidad de especies florales exóticas, sobre todo coníferos, procedentes de Norte América, y utilizando el Pino de Montrrey, usado en otros países como Chile o España, para su conservación. De hecho, en cuanto me surja la oportunidad iré al bosque a escuchar el silencio que transmite el kauri, un árbol que impresiona por su majestuosidad. 

No sólo de grandes parques naturales se caracteriza la isla sur, también hay que tener en cuenta la cantidad de aves, como las gaviotas que habitan en las ciudades y son muy ruidosas a la hora del atardecer, o, el kiwi, un ave ciego que no puede volar, ya tanto por su ceguera como por su incapacidad de levantar el vuelo sin alas que le ayuden a hacerlo; y muchas otras autóctonas que han desaparecido debido al exterminio masivo que han sufrido directamente a manos del ser humano o indirectamente, por la introducción en el terreno de especies alóctonas, entre ellas, y aunque resulte gracioso, las ovejas.

Así que dentro de toda la naturaleza y vida animal, los tres tópicos de New Zealand por excelencia son dichas ovejas -actualmente unos 50 millones-, el kiwi -endémico ave e icono nacional- y el hoki. ¿Hoki? Entre la amplia variedad de productos marinos, el hoki, es un pequeño pez típico de aquí. Además, es el pescado más consumido y exportado del país. El miércoles lo cociné y comí y podría decir que su sabor es similar al lenguado mediterráneo y/o a la merluza, aunque a ésta con una textura más suave. Dicho esto, ya he descubierto algunas de las reservas escondidas en New Zealand, una superficie que comprende unos 270.000 kilómetros con 15.134km de costa. Lo que significa que no hay más de 120km desde cualquier punto de la isla al mar.

Todo lo original de este país reducido a lo natural y acompañado de la segunda lengua oficial del país, el Maori, que para juzgar vosotros mismo, si se traduce New Zealand a esta lengua indígena este nombre significa: Aotearoa, comúnmente traducido al inglés como The land of the long white cloud (La tierra de la larga nube blanca). Y es verdad, hoy vi pasar una de esas largas nubes blancas como Aotearoa significa. Pues más me vale ser precavida y tras mis primeros 70 días, sí, purificantes, creeré que, finalmente, el aire que respiro es mucho más limpio y natural y el agua que bebo, directamente del grifo, podría ser más pura aunque no más buena que la que solía tomar embotellada.

_____________
S. Aparicio Ramírez

4 comentarios:

  1. cariñooo
    y los delfines que???
    hay muchisimos por allì...por cierto
    bueno pues ..si te quedaras mucho seras mi regalo de fin de carrera..que dices?
    te kiero..
    cuidate!

    ResponderEliminar
  2. Silvi!!! No sabes las ganas que nos entran de conocer es tierra que tan bien nos describes en tu última entrega. Es todo así de puro y verde como nos lo imaginamos? Aprovecha al máximo de esa oportunidad. Besos fuertes!!! Carmen y tu padre

    ResponderEliminar
  3. Te estas haciendo una experta en flora, fauna, etc, gracias por culturizarnos, un besazo desde Barcelona.

    ResponderEliminar
  4. Jo! Y yo que quería que me regalaras un kiwi...
    Jajajajaja!

    Besitos, Luna

    ResponderEliminar

Buenos días mundo

Me comentan que estos días está lloviendo y hace feo en Valencia y que, incluso mejor porque así no entran más ganas, aún si caben, de salir...