martes, 15 de abril de 2014

Nueva York flipa a las mujeres

La otra noche mi padre me despertó con el siguiente Whatsapp: Ingeniero Técnico 18.000€/ año. Dicen los expertos que tardaremos 16 años en alcanzar el nivel económico del que gozábamos antes de la 'famosa' crisis. 

En Nueva York eran las 3:30 de la mañana, en España las 9:30. Hay un dato que no puede dejar indiferente a nadie y, menos, a los jóvenes que como yo esperábamos tener un trabajo digno aquel día que entramos en la universidad y nos contaban esos proyectos, porvenires, etc. sobre un futuro muy próspero y que sé yo. ¡Mentira! Digo yo ahora 11 años después de aquel primer paso. Por desgracia nos ha tocado vivir esta época en la que, o bien, te sacrificas y tragas o, en la que vives dando tumbos de un lado para otro hasta que la campana suene y traiga un poco de suerte y, claro, tú no seas demasiado mayor. Sin embargo, como yo, hay muchos otros colegas, que desde hace ya unos años decidieron no parar. Y sobre todo, que ellos, los de ahí arriba que dicen gobernar, no nos pararan. Sí, como comenté mi sueldo actual equivale al sueldo mínimo permitido en el país. Ese mismo que tiene la gente que trabaja en puestos de comida rápida o empresas de limpieza. Pero como me dijo un amigo poco después de cumplir los 29 y, que no he parado de repetir: las cosas de palacio van despacio. No es que trabaje en un palacio, no. Es que, supuestamente, desde Europa tenemos la idea que trabajar en EE.UU. es la bomba. 

Lo que, verdaderamente, ocurre es que trabajar en este país te hace ser más fuerte, más competitivo, más estable, más luchador, más productivo. Ya creía lo mismo cuando tomé la decisión de ir a trabajar a Bangkok; pensaba, "después de Tailandia que me digan de montar un stand en medio de la nada, que lo monto". Ahora, tras hablar con varios españoles que andan, más perdidos que una aguja en un pajar, sigo pensando que tras esta andadura, el futuro está por llegar. Además, nos lo contaron hace un par de semanas en la Cámara de Comercio Española, quienes han iniciado un Taller de Búsqueda de Empleo para Españoles en Nueva York. En ella se nos contó que la finalidad de este taller es ayudar a los jóvenes que llegan a la Gran Manzana en busca de trabajo. Tras las palabras del director de migración española hay algunos matices. Una entidad española ayuda a los jóvenes que inmigran a la ciudad. Dicha entidad está respaldada por el ministerio de Asuntos Exteriores quien, a su vez, depende de las nuevas regularizaciones, leyes, recortes, derechos, decretos y demás aprobados, eliminados, creados y aplastados por el gobierno central. De ahí, que cada juzgue la creación del programa...

Para una chica cosmopolita, independiente, joven y sin compromisos probablemente sea la ciudad que, debido a su gran abanico cultural, tenga mucho que ofrecer. Sin ir más lejos, en ese taller que comentaba ¿podéis imaginar cuánta gente había? ¿Cuál era el porcentaje de mujeres y hombres?. Un 95% del total de los asistentes, éramos chicas. Yes! Jóvenes dispuestas a alcanzar la cima en la ciudad donde más se mira a la bolsa desde todas partes del mundo y que, por cierto, está dominada por hombres. Pero la cima se alcanza sembrando. Parece ser que una de las mayores esclavitudes del ser humano, el de la mujer como mujer, sufre una transformación en la sociedad del siglo XXI. La mujer trabaja, decide, viaja, es independiente...¿Asustará que, la mujer actual, haya logrado una gran emancipación? 

Mientras, tengo en la cabeza la famosa canción de Frank Sinatra que dice que si lo consigues en NY, lo consigues donde sea. También hay otra que dice vive en Nueva York una vez en la vida pero vete antes de que se te haga más difícil vivir en ella. Solo llevo cuatro meses y hay mucho que contar. La letra de estas canciones están cargadas de verdades, entre otras. Por la sencilla razón de que esta ciudad no te deja tiempo para reflexionar. Es decir, vives tan acelerada, tan sumergida en tu día a día que no hay suficiente tiempo para detenerse y pensar y si lo haces, quizás ya sea demasiado tarde, el de atrás ya te ha pisado. Además, el neoyorquino está tan acostumbrado a ver turistas en su ciudad que antes de que alguien vaya y le pregunte, éste ya está en la acera de enfrente. Como bien hizo el marido de mi tío, nacido en Long Island: "A mí, no me vengas a decir nada, ves al turista", le decía a un loco degenerado que hablaba solo en la calle y que molestaba un poco. Pero este no es el único que te encuentras por ahí perdido en Nueva York, hay unos cuantos más que gritan al aire, que hablan solos, que duermen en los metros. Cuando vives en la gran ciudad, esos ya no los ves. Sí que están pero no los ves (o no quieres verlos). Hace un par de semanas cogí la línea L, votada la línea más limpia por sus miles de usuarios diarios. En ésta, un vagón estaba completamente vacío (algo inusual de ver) y conforme se abrieron las puertas, el olor de esa vagón era indescriptible, era asqueroso. Un vagabundo dormía al final de vagón rodeado de sus bienes envueltos en bolsas de basura.

Aún así, y a pesar de las diversidades de vivir en una gran ciudad, a una le va entrando el gusanillo de que esta ciudad tiene algo que atrapa, que desborda, que satura, que engancha...¡qué flipa! 

"La vida es muy peligrosa.
No por las personas que hacen el mal, 
sino por las que se sientan a ver lo que pasa".

2 comentarios:

  1. Cada día me gusta más la frescura que utilizas para describir y compartir tus vivencias. Además de lo bien documentada que estás sabes introducir reseñas que nos facilitan la comprensión de tu situación en NY. Soy tu fan número uno

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  2. Te habrás dado de cuenta de quien es el comentario : Carmen incondicional tuya bueno ...pues animo y a seguir con la constancia por conseguir aquella que deseas...suerte ...por cierto cuanta gente te sigue ... no? padre..

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