lunes, 6 de enero de 2014

Welcome to 2014

Llegó por fin el 2014 y me siento más cerca que nunca del capitalismo. En Nueva York no se comen las doce uvas al compás de las doce campanadas que dan las 00.00am. Es algo más simple que atragantarse con ellas. Eso sí, se reúnen miles de personas en Times Square para recibir el año nuevo. Algo así como lo que se hace en la Puerta del Sol de Madrid o en las plazas de los pueblos para escuchar los cuartos y todo lo demás. Aquí, llegó el minuto previo al nuevo año y cantamos la cuenta atrás. En la fiesta donde estaba, rodeada de turcos, todos estábamos emocionamos. La bola de cristal que baja desde unos de los rascacielos más antiguos de Times Square recorrió el minuto entero al son de los gritos.
El caso es que entramos en el 2014 con fuerza. Tras mi paso el verano pasado por uno de los restaurantes más populares del mundo, Juan y Andrea (Formentera) y ver que la crisis es un cuento que han creado los de arriba, que nos manipulan y nos dominan. Ha llegado el momento de, además de ver como los ricos cada vez son más ricos, de vivir en el país donde el dinero lo mueve todo. Donde de un día para otro, te puedes quedar sin nada. Podríamos hablar de Hong Kong, la ciudad autónoma de China con altos índices de libertad económica y que la hace muy diferente del resto de la economía china. Pero no, hablamos de Nueva York, considerada en 1929, desbancando a Londres, el centro de una 'economía-mundo' o lo que viene a llamarse ahora, economía mundial. La Tríada (Europa, Japón y América del Norte) concentra el 75% del comercio mundial de sus grandes megalópolis -Londres, Tokio y Nueva York- que reúnen una parte similar de las operaciones financieras del planeta. El 94% de las empresas multinacionales se encuentran en dicha Tríada.

¿Qué significa entrar a formar parte de este mundo? Probablemente, de pronto, es estar más cerca de la realidad mundial. El dinero, los 'green back' como llaman aquí a los dólares, es quien realmente manda. Recuerdo que antes de irme a trabajar a Bangkok (Tailandia) mi padre me preguntó '¿Y cómo ves la ciudad para vivir?', yo le contesté 'Es una ciudad de contrastes. Puedes entrar en un centro comercial de ocho plantas y comprarte un BMW, bolsos Louis Vuitton o una camisa de Zara y, salir a la calle donde te pegan 40C de frente, y derretirte viendo una familia entera viviendo en la cuneta de la calle'. Al final, después de diez meses viviendo allí lo que al principio te impresiona luego acaba siendo normal. Lo que me lleva a afirmar una vez más lo que vengo diciendo. Ahora, estoy experimentado la misma sensación. Se calcula que hay unos 2.000 vagabundos viviendo en las calles de Nueva York. Días como los que estamos teniendo por estas fechas con temperaturas de menos 14C, se cobijan en las estaciones de metro, de trenes u otros sitios públicos en busca de calor. Cada vez que los veo, siempre me pregunto: ¿qué les habrá pasado en sus vidas para acabar así?. Pero ¿por qué me lo pregunto más aquí que cuando vivía en Bangkok?. Sencillamente, porque en Bangkok alcanzan a sobrevivir con muy poco dinero y cuando digo poco, me refiero a 50€ al mes. En Nueva York, hasta el aire para las ruedas del coche tienes que pagarlo. Y hay más.
Si no tienes dinero no eres nadie ni haces nada. El tiempo ayuda a acostumbramos a asimilar lo que vemos con nuestros propios ojos porque la realidad nunca deja de enseñarnos. Comencemos, así el año, con vivir más de una realidad para saber ¿cuál es la real?.



"Si quieres sentirte rico, 
cuenta las cosas que tienes que el dinero no puede comprar"

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