Dicen que Internet, o mejor dicho, esta era de la tecnología; los avances y progresos en cuanto a materia se refiere, han ayudado, entre cosas, a eliminar barreras, o ha facilitado que millones de personas tengan acceso fácil e inmediato a una serie de información en línea, como por ejemplo, mantener vivo este blog a pesar de la isla en que me encuentro y la distancia que hay hasta España.
El caso es que antes de mi partida, para lo que realmente necesitaba Internet, no me sirvió de nada. Por supuesto que se trata de una herramienta casi esencial hoy en día, eso no lo cuestiono. No nos vayamos a confundir. Sin embargo, he de nombrar la infinidad de enlaces que tuve que ir sorteando para llegar a responder todas aquellas cuestiones que día tras día se me venían a la cabeza. ¡Ah! el pánico y la disconformidad de todo aquello que me encontraba estaban asegurados. ¿Cómo puede ser que una website ayude a responder dichas dudas en el momento de decidir qué hacer? justo en ese instante, en el decisivo. ¿Se te ocurre alguna respuesta lógica? ¡exacto! Por mi propia experiencia, yo creo que no la tiene, a no ser que seas un lince, en cuanto a navegación y las búsquedas se refiere, tengas una paciencia abismal y no notes como se te congela la manita derecha mientras utilizas el ratón. Como no me identifico con ninguna de ellas, llegué a la conclusión de que Internet poco podía solventar mis inquietudes. ¡Porqué no hay nada más efectivo que hacerlo face to face (cara a cara)! ¿o no? ese contacto visual, esas muecas, las distancias, el tono de voz, el volumen, etc. Todo en la conversación adquiere el sentido que uno le quiere dar. Y sí, al final consigues darle forma a todas esas ideas que tienes almacenadas en la cabecita. No existen enlaces mecánicos que te hacen ir avanzando. Simplemente, ya has obtenido toda una información y éstas envuelven tu propia decisión. Por lo que llega el momento de equilibrar y pensar sobre todo este gran volumen de datos, introducirlos en la máquina pensante y comenzar a construir. Y aquí me encuentro (foto: Clock tower. International Office. University of Otago. Dunedin), en el punto cúlmine, con una serie de folletos, solicitudes, libritos, tipos de visados y entrevistas que me ofrecen distintos caminos para elegir.
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S. Aparicio Ramírez
Internet se ha convertido en el opio del pueblo, de eso no cabe duda. Pero hay cosas a las que nunca llegará...
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/corporativos/elpais/coleccionables/2010/avanceelpaissemanal/
ResponderEliminarredes socialesssss...cambiando el mundo y las relaciones...